Mostrando entradas con la etiqueta ron. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ron. Mostrar todas las entradas

domingo, 31 de mayo de 2009

Descorchemos una botella de ron (II)


- ¿Por qué subes la persiana? Es domingo, no son ni las doce, mañana es fiesta... El día no tiene porque empezar antes de la hora de seguir durmiendo.
- Creo que aún te duran los efectos del alcohol.
- Cómo quieres que no me duren si dejé de beber hace apenas unas... qué... emmm no sé la última vez que miré el reloj eran las cinco, fue cuando nos fuimos de la fiesta. Pero creo recordar que me fui a dormir con luz... No lo sé, en todo caso déjame en paz.
- ¿Qué recuerdas de ayer?
- Que NO querías escucharme, que NO querías que bebiera más, que NO querías darme un abrazo... ¿Quieres algún "NO" más? Seguro que si me pongo a pensar hay más ¡Ah! También recuerdo que antes de regresar a casa SÍ me lo estaba pasando bien.
- Bebiste mucho.
- Ya te dije que no lo suficiente. En todo caso no sé porque te molesta tanto. TÚ también bebiste. Ahora viene un "claro, pero no tanto como TÚ", ése es TU problema, no MI problema. Si ahora estás aburrido y no resacoso y te aburres y quieres molestar a alguien... llamas a algún amigo y me dejas a MÍ en paz porque estoy harta de TI y de TUS malditos sermones.
- Es que te tienes que ir. En una hora llega Clara y tengo que llevarte a TI y todas TUS cosas a TU casa.
- ¿Clara? ¿Quién es Clara?
- Alguien que no sabe que existes y que debería continuar siendo así. Y Claro si te ve a TI y al rastro de TÚ semana aquí quizá se extrañe. Más que nada porque le he dicho que estaba ordenando y recogiendo la casa -cosa que has hecho y te agradezco porque así la excusa es más creíble- y tenía todo por medio, por tanto prefería que no viniera, pero claro si ve TUS libros, TU ropa, TUS bolsos y los tres pares de zapatos que has dejado repartidos por toda la casa quizá se extrañe. ¿No crees?
- Quizá...
- Pues levántate, yo iré recogiendo TUS cosas.
[...]
Per a tu, que t'agraden =)

domingo, 26 de abril de 2009

Descorchemos una botella de ron (I)

-Necesito ron.
- ¿Ron?
-Sí, ron. Ron de la botella vacía que hay encima de la mesa de trabajo que tiene la función de jarrón de unas flores secas que desprenden olor a momentos alegres.
- ¿Sabes que acabas de formular una frase muy larga y liosa?
- Sí, lo sé, pero me da igual.
- ¿Por qué te da igual?
- Porque necesito ron.
-¿Has bebido?
-No, o al menos no lo suficiente así que me voy a acabar tu cerveza.
-¿Lo suficiente para qué?
-Lo suficiente para… ¡pedirte un abrazo!
-Pero si nunca has necesitado ron para eso.
-Eso es lo que tú te piensas. Pero no necesito un ron cualquiera, necesito el ron que hay encima de ...
- …de la mesa que bla bla bla. Dime qué tiene ese ron para que lo necesites tanto.
-¡La solución! Aunque bien podría tenerla esa cerveza que me acabas de quitar.
-¿La solución a qué?
-A todo lo susceptible a ser solucionable. Iepa! És meva! Esther is happy!
-Yo que creía que todos los problemas podías solucionarse de una forma u otra.
-Mmm… no creo, pero ¿sabes qué creo, no, no ¿sabes qué afirmo? Que todas las soluciones generan problemas. Seguro, indiscutible, tengo razón, me merezco un trago.
-A ver, a ver… entonces el ron te va a solucionar unos problemas y a la vez te generará otros.
-Claro, de acuerdo, tiene razón, amigo, como siempre. Mas no te diste cuenta que tú mismo, amigo, te contestaste. ¿Quién ha dicho que yo quiera solucionar los problemas que me va a generar el ron? Yo quiero solucionar los problemas de ahora. Bueno, al menos los que sean solucionables. Ya nos preocuparemos más adelante.
-¿Y esos solucionables son muchos o pocos?
-No sé, consígueme ron y te lo cuento que la cerveza de momento no sirve.
-No te entiendo.
-Ni falta que hace. ¿Nunca te hablé de ron?
-Ni falta que hace.
-Ñiñiñi. Sí hace falta, és molt molt necessari! “Necesito ron” me oirás decir muchas veces, amigo, cuando no sepa que hacer con mi vida, necesitar ron es necesitar… una especie de… Sí, ya lo tengo una especie de ¡catarsis! ¡Oh! Cuantísimo me gusta esta palabra ¡Brindemos! Catarsis… ¡Volvamos a brindar! En fi… Romper con todo, poner en orden las ideas, decir “hasta aquí llegó el caos”. Eso en necesitar ron de la… No… Ron que… bueno de ese que sabes. Aunque íbamos por el caos, ¿verdad? Caos, que harmonía más irregular, que orden más desordenado, que dulce más amargo, que trago más corto.
-Qué incongruencias más grandes…
-¡Bah! No tengo ganas de oírte, tengo ganas de que me escuches decir…
-¿Decir más tonterías?
-¡No! Eh, ¿por qué te la has acabado? ¿También te apetece cambiar de problemas? Es igual, no me contestes, estaba hablando yo. Sí, sí vuelvo al tema “Quiero que me escuches decir” que no bebo ron, que si me pongo a pensar creo que quizá ni me guste, que nunca he bebido ron por mucho que lo vaya proclamando en mis vidas virtuales, que mi ron no es alcohol. Que no quiero ser un pirata, que no quiero que me dejes serlo, que quiero que me des un abrazo. Y tú, ¿qué quieres?
-¿Yo? Quiero ron.